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Publicado por: engel.must domingo, 29 de enero de 2017


Kasadya Hellhound Born



Hola!! Les traigo el quinto capítulo del 3° Libro de Kasadya Hellhound, de Karen Swart.
Muchas gracias por sus comentarios y espero que sigan escribiendo lo que piensan.

Espero que lo disfruten y nos estamos leyendo.

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Capítulo 5 (Parte 1)




— Debes salvarlos — dijo el niño mientras lo único que podía ver en mi sueño era una niebla blanca. 

Busqué alrededor, incapaz de distinguir algo.

— Eso intento — respondí mientras me daba la vuelta tratando de encontrar al niño que seguía apareciendo en mis sueños.

— La batalla comienza — dijo el niño.

Vi cómo se dispersaba la niebla y todo se volvía claro, mostrándome un escenario nuevo.

Miré hacia abajo al panorama frente a mí. Un grupo de personas formaba una línea. Yo estaba allí, de pie y esperando, Max estaba a mi izquierda y Zurita a mi derecha. Escanee los rostros de los demás en la línea, encontrando a Lada y a algunos más parados lado a lado, sus ojos fijos adelante. Un poco más lejos encontré más rostros familiares. Chax y el resto de los caídos estaban preparados en la segunda línea.

De repente una explosión a mi derecha atrapó mi atención, volteando mi cabeza hacia el sonido. Y ahí, en frente de mis ojos, un enorme agujero morado estaba formándose en el aire. La cara de Ballen fue lo primero que vi cuando el agujero comenzó a ampliarse. Tenía una sonrisa diabólica en sus labios, mirando hacia los Caídos en la línea desde el otro lado de la brecha que se hacía cada vez más grande.

— ¡Destrúyanlos! — les gritó a los miles de demonios, ya transformados detrás de él, que irrumpieron a través del agujero.

— ¡Hellhounds! — mi voz sonó a través de las líneas.

Mirando hacia abajo, vi a todos los hellhounds transformándose, incluida a mí misma. Ellos cambiaron de su forma hellhound a su forma de hellhounds revelados. Mis ojos se enfocaron en la Kas de mi sueño. Ella sobresalía de todos los demás, su tamaño era el doble que el de los otros revelados. Los demonios se acercaron a ellos y con un rugido, los revelados iniciaron el ataque. 

Huesos rompiéndose y espadas chocando unas contra otras, los gritos llenaban el aire.

Como un tsunami, los demonios descendieron sobre los Hellhounds. El resto de los demonios irrumpieron contra la línea de los Caídos que esperaban más atrás. El ensordecedor sonido de la batalla llenó mis oídos. Mis ojos volvieron a enfocarse en Chax mientras lo veía cortar las cabezas de sus adversarios. Pronto él estaba peleando con una masa de demonios, mientras los otros Caídos eran sobrepasados por ellos. Un rugido sonó enfrente de él y mis ojos viajaron hacia ahí. 

La cabeza de Max no estaba. Su cuerpo cayó al piso, uniéndose a los cuerpos sin vida esparcidos por todas partes.

— ¡No! — irrumpí hacia adelante chocando contra la pared invisible frente a mí, mis manos empujándola.

Vi con horror como mis amigos, familia y las personas que amaba morían ante mis ojos.
Cuando la cabeza de Chax fue tomada, el hellhound revelado de Kasadya rugió con furia. Se volvió y miró en su dirección, lágrimas de sangre cayendo por su rostro. Ella era la última que quedaba, todos los caídos estaban muertos. Los demonios la rodearon, la tiraron al suelo, sus armas perforaron su cuerpo. Sus lágrimas corrían libres por sus mejillas y pronto su rostro estaba cubierto de surcos sangrientos.

Ballen caminó hacia ella — Nunca tuviste ninguna oportunidad. Ahora te mandaré donde tu Señor y así podrás decirle que desde ahora, la tierra me pertenece a mi.

Ballen cortó su cuello. Con un repugnante sonido, su cabeza cayó al piso y rodó lejos de su cuerpo.

— ¡No! ¡No! — grité y golpeé la pared.

— Debes salvarlos — dijo la voz del niño detrás de mí.

Di vueltas alrededor, listas para matar a cualquiera que apareciera, pero estaba sola en la niebla blanca otra vez. Lágrimas caían de mi rostro por haber presenciado la pérdida de mis seres queridos.

— ¡¿Cómo los salvo?! — le grité a la niebla, desesperada por encontrar una respuesta.

— No puedes fallarles — el murmullo fue la única respuesta antes de que la niebla desapareciera y yo quedará sumida en la oscuridad.

— Kasadya — la voz sonó en mis oídos.

— Kasadya, despierta — salté y golpeé mi cabeza contra Chax.

Él me agarró y me sostuvo.

— ¿Kasadya, qué está mal? — agarró mi rostro y me forzó a mirarlo.

Yo estaba llorando y mi respiración estaba fuera de control otra vez.

— Vi la batalla. Vi como todos moríamos — dije con voz ronca, seguido por un sollozo.

Él me empujó en un abrazo.

— Fue solo un sueño — trató de calmarme frotando mi espalda.

¿Lo fue?

— Era tan real — lloré en su pecho — Estaban todos muertos.

Él me forzó a mirarlo hacia arriba de nuevo.

— No dejaré que eso pase. Lo detendremos antes — trató de calmarme.

Pero yo sabía, sabia, que lo que vi no era un sueño. Era el futuro. Lo sabía tan bien como sabía que Chax no sería capaz de salvarlos. “Tienes que salvarlos”. La voz del niño sonó en mi cabeza. Dependería de mí salvarlos a todos.

— Chax, necesito terminar esta cosa con los arcángeles. Necesito detener esto — declaré, empujándolo lejos suavemente y parándome de la cama.

— Primero empezaras por cuidar de ti misma — él se puso de pie y camino hacia la puerta. — Toma un baño, estaré esperándote — y con eso se fue, cerrando la puerta detrás de él. 

Me quedé de pie ahí sin palabras.

¿Él siquiera escuchó lo que acabo de decir?

Miré alrededor de la habitación y encontré mi mochila al borde de la cama.

¡Bien!

La agarré y entré en el baño, el cual era gigante y olía divino con la esencia de… melocotones.

Simplemente genial, malditos melocotones.

Me arranqué la ropa, pasé por alto la idea de darme un baño y fui por una ducha rápida.

¡A la mierda con cuidar de mi misma!

Si no detenía esto, todos estaríamos muertos. Me lavé en tiempo record y salí de la ducha, completamente vestida con mi traje de batalla.

Caminé dentro de una pequeña sala y ahí, en el piso, estaba Chax mirando hacia mí.

— Dije baño, no ducha — me miro con el ceño fruncido.

Levantando mi barbilla en desafío, dije — No hay tiempo para caprichos, Chax. Necesitamos tener esto listo y salvarnos a todos nosotros.

Él me lanzó su mirada de la muerte, pero viendo que no iba a ceder, suspiró y me hizo señas para que me sentara frente a él.

— ¿Por qué debería sentarme en la alfombra? — le pregunté, confundida.

— Porque no dejaras esta habitación hasta que lo hagas — continuó, apuntando al piso.

¡Maldición!

Planté mi trasero en el piso, muy consciente de que sus ojos seguían mis movimientos.

— Ahora, cruza tus piernas y pon tus manos así — él ajustó su cuerpo, imitando una posición de meditación.

Lo quedé mirando, no moviéndome ni un centímetro.

— Ahora, Kasadya — me gruñó.

¡Bien!

Crucé mis piernas e imité su posición.

— Bien. Ahora exhala profundamente. Luego inhala profundamente — dijo comenzando con una exhalación.

Hice lo mismo, aun mirándolo. Sus ojos estaban cerrados así que tenía la oportunidad de mirarlo libremente. Su rostro estaba cubierto de un poco de barba y lucía exhausto.

Me pregunto que ha estado haciendo.

Mis ojos viajaron sobre él hasta que llegué a su pecho, y de pronto no pude mirar hacia otro lado. Un repentino rubor se extendió sobre mí y me agité en el suelo.

— Cierra tus ojos y concéntrate — me regaño, espiándome por debajo de sus pestañas.

Ahora completamente roja de la cabeza a los pies, cerré mis ojos y respiré como él me había dicho.

Esto es estúpido e inútil. Debería ocupar mi tiempo en cosas más importantes.

Después de lo que pareció ser una hora infinita, él finalmente volvió a la tierra.

— Bien, mañana haremos lo mismo de nuevo. Cuando te encuentres a ti misma en una situación donde sientas que te estas sofocando, o te sientas inquieta, necesitas poner en práctica la misma técnica de respiración que acabamos de hacer — dijo, poniéndose de pie.

Me puse de pie y rodé mis ojos hacia él.

Si claro. Como si yo tuviese tiempo para andar jugando por ahí.

— Ve a buscar algo de comida. Me uniré a ti y los otros en un momento — indicándome con la mano la puerta que estaba a mi izquierda.

Me giré y lo dejé sin mucho más que un vistazo. Él estaba actuando como si no hubiese nada por lo que preocuparse. ¡Como si nosotros no fuéramos a morir! Para el momento en que alcancé el pasillo donde estaba mi antigua habitación, estaba echando humo de lo enojada que estaba. 
 Pero al alcanzar las escaleras, me detuve.



Continuará...


8 comentarios

  1. Quiero leer más, se pone más interesante y emocionante. Gracias por subir los capítulos. Me encanta esta historia.

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    1. Gracias a ti por comentar.
      La verdad es que me he estado desmotivando un poco, ya que subo los capítulos y nadie escribe nada. Asi que tus palabras me recuerda que hay gente que lee mis publicaciones y me dan ánimos para seguir traduciendo.

      Gracias.

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  2. Muchas gracias por traducir los capitulos :D

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  3. muchas gracias por la traducción. Estoy deseando saber que va a pasar.

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  4. Gracias!! Y no t desanimes xfa yo no tngo internet pero cada semana voy a casa d mi mama para poder leer el nuevo capitulo asi q te lo agradesco mucho si dejaras d traducir por dios que morire x.x p.d subiras el libro pdf?

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    1. Si, mi idea es subir el libro en pdf una vez que haya publicado todos los capítulos traducidos en el blog.

      Muchas gracias por el apoyo y el ánimo, en tu nombre subiré la segunda parte del capítulo 5.

      Saludos.

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  5. eso del sueño...me da mala espina....

    gracias por seguir con cada capitulo..!!!

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