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Publicado por: engel.must
lunes, 31 de julio de 2017
Kasadya Hellhound Born
Hola!! Les traigo el noveno capítulo del 3° Libro de Kasadya Hellhound, de Karen Swart.
Muchas gracias por sus comentarios y espero que sigan escribiendo.
Ya vamos a la mitad del libro!!!!
Espero que lo disfruten.
... ¿Qué será lo que tiene Melissa?...
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Capítulo 9 (Parte 1)
Algo estaba pasando; un zumbido comenzó desde mis pies y viajó
hacia arriba. Al propagarse, pude sentir las partes de mí rejuveneciendo.
Cuando finalmente me sentí “completa” tome cualquier fuerza que tenía y la
desaté.
La capsula hecha de aire que me sostenía se desgarró en una
explosión. Pude ver como su red se deshacía en el aire. Tomé una respiración
profunda, y sin saber qué demonios estaba haciendo, golpeé mi puño con toda mi
fuerza contra el suelo. La tierra se sacudió y el príncipe perdió el equilibrio.
Me moví a la velocidad de la luz, un solo golpe y supe que no había necesidad
de mirar atrás. Él ya estaba frito. Mi miedo por Chax me llevó a atravesar la
red e ir directo a enfrentarme contra los demonios que lo atacaban.
Los rebané, la furia bombeando por todos mis venas. Sangre
salpicó mi rostro y torso. Gritos sonaron alrededor mío. Mi hellhound revelado estaba suelta y enloquecida.
Ataqué demonio tras demonio, tomando sus cabezas, y en algunos casos
destrozándolos en pedazos. Caídos se teletransportaron fuera y lejos de mí. Pude
ver unos ojos femeninos llenos de miedo. Mientras me acercaba al último grupo
de demonios, la divinidad escogió ese momento para actuar, enviándome rayos de
dolor rasgando mi cuerpo, el cual se dio por vencido y caí en el suelo. Mis
ojos buscando a Chax. Ahí estaba él, a unos metros de mí, en el suelo. Sin
moverse.
Me arrastré hacia él, mis alas rompiéndose en el aire con cada
relámpago que pasaba a través de mí. Cerca de alcanzarlo, traté de llamarlo. En
cambio, un grito rasgó desde mi garganta mientras la intensa energía azotó a
través de mi cuerpo, dejándome desplomada en el suelo. Saboree la tierra. Con
una última mirada en su dirección, el rayo final de energía me envió
directamente a la oscuridad.
— Mira, todos están muertos — dijo la voz en el vacío oscuro.
Yo no podía ver nada ya que todo a mí alrededor era negro.
— ¿Puedes escuchar sus gritos? — se burló la voz.
— ¡No veo ni escucho nada! — le grité de vuelta.
Una sacudida sonó a mi derecha. Era el niño otra vez. ¡Oh no!
Sabía lo que iba a pasar.
— Ahí, Kasadya, mira ahí — y con eso, la oscuridad comenzó a
desvanecerse dentro de la niebla blanca, revelando la misma batalla donde todos
nosotros moríamos. Me encontré a mí misma en la batalla. Fuerte y grande,
corté, desgarré y ante mi absoluta conmoción, envié demonios volando lejos con
tan solo tocarlos. Mis ojos estaban raros también. Ellos eran de un color
rosado. No rojo o amarillo, sino rosado.
— ¿Por qué…? — fui interrumpida por un grito.
Busqué la fuente y encontré a Nanini corriendo a través de la
línea de hellhounds. Siguiendo su dirección, vi porque ella estaba en ese
estado de pánico. Max permanecía muerto, su cabeza a unos cuantos metros de su
cuerpo. Miré de vuelta a ella y vi como un demonio tomaba su cabeza. Ella ni
siquiera se percató de la espada. Estaba tan enfocada en alcanzar el cadáver de
Max. También vi más en los ojos de ella. Vi su amor por él.
— Estoy tratando. Completaré mi divinidad — gemí, rogando a la
voz por otra oportunidad.
Busqué en la batalla y encontré a Chax. La historia se repetía
y su cabeza era cortada, mi hellhound rugió. Podía sentir su dolor, su pérdida,
pero lo peor de todo, era el sentimiento de desesperanza.
— No lo lograrás antes de esta batalla — el niño me susurro de
vuelta.
Ese era el por qué yo sentía esa emoción; porque eso era lo
que iba a pasar. No teníamos oportunidad de sobrevivir.
— Siempre hay una oportunidad, Kasadya. Tú solo necesitas buscarla
— dijo el niño de nuevo.
— ¡¿Dónde?! ¡¿Dónde demonios debería buscar?!
Lágrimas corrían por mi rostro mientras Ballen se acercaba a
mi hellhound, quien estaba inmóvil en el suelo. Giré mi cabeza, incapaz de
presenciar mi propia muerte otra vez.
— Ahora mira a la pared. ¿Qué es lo que ves? — preguntó
repentinamente el niño, su voz viniendo desde mi lado derecho.
Salté por la sorpresa. Me volví a mirar, evitando la escena de
muerte, y fijando mis ojos en la pared. No solo en la pared, si no en el
agujero que estaba en la pared. Desde mi lugar no podía distinguir realmente
que estaba pasando ahí, así que me acerqué.
Ahí, manteniendo el agujero abierto, estaban cuatro objetos.
Ellos eran las reliquias de sangre.
Cuando miré hacia abajo, mi rostro cayó.
Cuatro sacerdotes yacían muertos dentro del agujero. Ellos tenían Su sangre, y
con los sacerdotes, ellos tenían Sus palabras.
Entonces así es como
ellos conseguirán abrir la pared.
Miré entre las reliquias y los sacerdotes, incapaz de
encontrar lo que se supone que tenía que encontrar.
— Yo no… — me paralicé.
En el otro lado, estaba Luxuria con rostro sombrío, mirando cómo
se desarrollaba mi muerte. Al lado de ella estaba lo que sospechaba era un
demonio príncipe; un enclenque; flacucho demonio príncipe. Se volvió hacia ella
y dijo — Ves hermana, nosotros te dijimos que no tendrían éxito.
Luxuria no le respondió. En cambio, ella miró hacia arriba,
nuestros ojos conectándose inmediatamente.
Me estoy perdiendo algo
aquí.
— Solo porque tú eres el hermano con suerte. Ellos estuvieron
muy cerca de encontrar una manera de detenerte a ti y a Gluttire — respondió,
sus ojos nunca dejaron los míos.
Okay, entonces estuvimos cerca, pero no era la divinidad.
Tiene que ser algo más. Mis ojos viajaron de vuelta a la escena de la batalla.
Ballen estaba regresando con una enorme sonrisa.
¡El imbécil solo me
mató!
Mi hellhound yacía muerta, su cabeza perdida. Insegura de por
qué, me acerqué un poco más. De pie justo sobre ella, miré mi figura muerta.
Mis ojos la recorrieron y capté un vistazo de algo en su mano.
Agachándome, vi que era una pequeña esfera con luces brillando
fuera de ella. No era una de las esferas que usaban para anclar a los demonios
a la tierra. Era otra cosa muy distinta.
— ¿Puedes ver? — susurró el niño otra vez.
— Vamos, Kasadya — la voz de Chax me sacó fuera del sueño.
Era como si él me hubiese encontrado y arrastrado fuera de la
niebla, sacándome de ahí. Gritando y pateando, traté de pelear con él.
Necesitaba más tiempo para encontrar una solución. Pero no funcionó. Buscando
aire, salté hacia arriba y golpeé a Chax.
— Ouch — froté mi cabeza y vi a Chax hacer lo mismo.
— ¡Maldita sea Chax! ¡Estaba tan cerca! — yo estaba lívida.
Sus ojos se encendieron hacia mí y yo tome aire. Él tenía un
corte en su ojo izquierdo, sobre su nariz y abajo en su mejilla derecha. Sin
pensarlo, lo alcancé y gentilmente lo toqué.
— ¿Qué pasó? — froté suavemente mis dedos sobre el corte.
— Dejaste de respirar. Nosotros casi te perdemos — respondió
Chax con una mirada afligida.
¿Nosotros?
Solo entonces noté a Melissa y a Maia, y detrás de ellas una
habitación llena de Arcángeles y Dominus Custos.
Oh mierda.
Todos ellos tenían expresiones afligidas, y solo podía
adivinar que yo era la responsable de eso.
— ¿Cómo te sientes? — preguntó Chax, sus ojos recorriéndome.
Dejé caer mi mano de su rostro cuando vi a los otros, y ahora
la usé para palparme a mí misma. Nop. No agujeros, no cortes, pero entonces
alcancé mi estómago, me estremecí. La mano de Melissa estuvo inmediatamente
sobre mí y levantando mi top de cuero.
— ¡Cristo Kas, mira eso! — se quejó.
Yo realmente quería mirar pero en medio de ella, Maia y los
otros, no podía.
— Lo he tenido peor y tú lo sabes — descargué.
Sus ojos bloquearon los míos — No te atrevas.
Rodé mis ojos y permanecí de espaldas en la cama. Chax se
alejó de su camino y se paró contra la pared. Sus ojos estaban sobre mí y su piel
lucía pálida, su rostro demacrado. Le di mi mejor sonrisa, esperando obtener su
famosa mirada enojada que había llegado a esperar. No la obtuve.
¿Qué? ¿Él se está
poniendo todo nenita conmigo?
Lo recordé rodeado de demonios. Tenía más demonios sobre él que
cualquier otro Caído.
Crack
— ¿Ellos te convirtieron en su objetivo, no es cierto? Ellos
saben lo que eres para mí — declaré.
Él frunció el ceño y asintió.
— Ellos saben que eres mi compañero, estoy segura de eso. El
ataque fue perfectamente calculado.
Eso solo podía significar una cosa. Alguien se los había
dicho.
— ¿Luxuria? — pregunté. Él sacudió su cabeza.
— No, ella estaba tratando de ayudarme, pero se teletransportó
fuera cuando pensó que tú estabas perdiendo la batalla. Debe ser alguien más.
¡Seee, debe ser un
maldito Caído traidor caminando por Exsilium!
No dije lo que era obvio; por la mirada en su rostro, habíamos
llegado a la misma conclusión.
— Aquí, todo arreglado — dijo Maia, rompiendo el silencio de
nuestra conversación.
Miré hacia abajo tan pronto como Maia y Melissa se movieron
lejos.
— ¿Cortaron mi top de cuero? — me quejé, mirando los cortes en
él.
— Callate, Kas — me gruñó Melissa, caminando hacia el baño.
Amon estaba en la puerta de entrada sonriéndome.
— Hey, tú. ¿Finalmente sentiste la necesidad de venir y
decirme hola? — me burlé de él.
— Estas llevándola a la locura, y eso no es bueno considerando
su condición — le fruncí el ceño en la última palabra.
— ¡No tengo una condición! — Melissa estalló de vuelta.
Continuará...
Yeeehhh!!! Gracias!!! Todos los días he pasado para ver alguna novedad...gracias...y a todo esto entonces hay un espía!!!???
ResponderBorrarGracias por la traduccion, que mal que no pudo descubrir que tenia que hacer y por supuesto ya quiero leer algo de amor con Chax.
ResponderBorrarSeguro Melissa esta embarazada, maka hora para estarlo.
ResponderBorrar*mala
BorrarPienso que el espía es Seth, es que el se preto muy rapido para ayudar a Kas a conseguir las reliquias. Y seguro que Melissa esta embarazada.
ResponderBorrarTambien cero que es Seth
BorrarGenial!! Espero ansiosa la continuación
ResponderBorrarExcelente. Me encanta. Quiero saber más. Siii, yo también creo que es seth el espía. Y debe tener mas cómplices.
ResponderBorrarGracias!!!!! Me encanta!
ResponderBorrarBuenisimo!!! gracias bonitaaaa
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