3° Libro - Capítulo 15 (Parte 2)

Publicado por: engel.must domingo, 4 de marzo de 2018

Kasadya Hellhound Born

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Capítulo 15 (Parte 2)

Pero ellos no estaban escuchando. Chax fue el primero en irrumpir hacia adelante, seguido de los que están detrás de él. A cambio, los hellhounds respondieron con un rugido y atacaron.

Ahora que los nuevos hellhounds revelados no estaban siendo retenidos en su lugar, comenzaron a moverse. ¡Sálvalos! Esa voz de nuevo. Negué con la cabeza y cerré los ojos. Dentro de mí todo era contradictorio, como una gama de emociones dominantes en todas partes. Calmada y meticulosa, decidí dejarlo salir. Esto hizo que mi cuerpo entero creciera. Rugí otra vez. Los nuevos revelados se detuvieron y se volvieron a mirarme. Los dos más pequeños a mi lado también detuvieron su locura y se quedaron quietos.

― ¡Cálmense! ― yo estaba controlándolos; no, estaba controlando sus emociones.

Raven negó con la cabeza, sin saber lo que estaba pasando. Se dio la vuelta y se dirigió hacia los Caídos que estaban luchando contra los otros hellhounds.

― ¡Raven, dije cálmense! ― le grité.

Se detuvo y se volvió a mirarme. Su hellhound me estaba encarando. En un rápido movimiento, me acerqué hacia ella y la agarré por el cuello.

― ¡Tú me vas a obedecer! ― me mofé de ella.

Lo que pareció como el gemido de un perro, escapó de sus labios. Y en sus ojos, ví como su hellhound se sometía ante mí.

― Cuiden a los más pequeños ― le ordené a ella y a los otros de su misma edad.

Se movió hacia los dos pequeños hellhounds y tomó sus manos entre las suyas. Volví la cabeza al caos frente a mí. Mis hellhounds estaban cubiertos de sangre mientras luchaban contra los otros Caídos. Me gustaría terminar con todo esto. Irrumpí hacia adelante y envié un puñetazo de fuerza-G, golpeando a todos, incluyendo a mis hellhounds, hacia atrás. Aturdidos y confundidos, se quedaron en el suelo mirando a su alrededor.

― ¡Suficiente! ― les grité.

La primera señal de su llegada fue un destello en el cielo. No les tenía miedo; de hecho, me sentía parte de ellos.

Miles de ángeles estaban descendiendo desde el cielo a la tierra. En la primera línea, estaban los arcángeles liderándolos hacia la batalla que se estaba desarrollando debajo.

Ellos tocaron el suelo detrás de los Caídos y miraron a su alrededor, mientras que los arcángeles empezaron a caminar hacia nosotros. Los otros ángeles se mantuvieron firmes. Observé mientras pasaban entre los Caídos y me preparé a mí misma cuando se hizo evidente que estaban acercándose a mí. Me levanté y abrí mis alas, mostrando mi poder. Ellos respondieron de la misma manera. Cada Arcángel abrió sus alas y las extendió por completo. A pocos pasos de mí, se detuvieron y permanecieron en silencio. Mis hellhounds ya estaban detrás de mí.

― Y así es como has sido expuesta ante nosotros, hermana ― Miguel fue el primero en hablar.

El alivio se apoderó de mí y todos juntos dejamos ir nuestra energía. Los revelados se retiraron y pronto todo el mundo estaba en su forma normal de nuevo. Mis ojos se encontraron con Chax, que estaba justo detrás de los arcángeles.

Sin pensarlo, corrí hacia él, empujando a los ángeles en mi camino. Me agarró y me abrazó a él.

― Nunca más vuelvas a hacerme esto de nuevo ― se quejó en mi oído.

De repente liberé un profundo suspiro de cansancio.

― No tengo idea de lo que acabo de hacer ― confesé.

Maia pasó corriendo a nuestro lado con las otras mujeres. Me volví a verlas agarrando a los hellhounds, todavía aturdidos. La mujer Caída estaba llorando y besando a su hijo por todas partes. Parecía tener alrededor de diez o más. Sólo un niño.

Mirando por encima a Maia, la encontré sosteniendo a la niña que había conocido cuando estábamos de guardia, y a otro niño. Mil preguntas de golpe atravesaron por mi mente y mis ojos se fijaron en Miguel, que ya estaba mirándome.

― Parece que ya tienes tu propia legión, Kas. Ahora todo lo que tenemos que hacer es completar tu divinidad ― dijo de repente.

Miré a los hellhounds de nuevo. Max había recogido a Nanini y la sostenía contra su pecho. Caim y Zurita se besaban, lo mismo para Lada y Lotán. Mi padre y mi madre estaban de pie allí, mirándose el uno al otro. Todo el mundo estaba tan confundido como yo.

― Será mejor empieces a explicarnos, Miguel ― gruñó Chax, trayéndome de vuelta a la conversación.

Riendo, Rafael se acercó y le dio una palmada en la espalda a Chax.

― De todas las personas, Chax, tú deberías saber lo que ha pasado aquí ― Chax lo miró y luego a mí, con el ceño fruncido.

Estoy muy contenta de que todo el mundo supiera lo que estaba pasando. Esa sensación espeluznante seguía allí, todavía me daba escalofríos.

― Está bien, por favor díganme, ¿qué demonios está pasando? ― me estaba volviendo loca.

― Kas, tu divinidad será dirigir y controlar a todos los hellhounds. Eso es lo que has hecho hoy. En primer lugar, convocado una legión ― Miguel apuntó a los hellhounds de plena madurez como Zurita y Max.

― Entonces, también calmaste y controlaste a los nuevos miembros ― indicó a los dos pequeños hellhounds, a Raven y los otros niños.

Sin palabras, estaba muda por el momento. Miré a todos ellos, y luego a Chax.

― ¿Cómo? ― pregunté, aún insegura de cómo demonios había logrado hacer todo eso y retener a los más jóvenes.

― Con la divinidad, se recibe la energía, la fuerza y un valioso activo, necesario para convertirse en un Arch. Pero con ello también hay un regalo. Miguel, por ejemplo, fue dotado con el arte de la guerra. Es capaz de liderar a todas las legiones en tiempos de guerra. Gabriel fue dotado de voz. Es su responsabilidad asegurarse de que se reciben los mensajes de nuestro Señor cuando sea necesario. Tú, mi amor, has recibido el don necesario para que los hellhounds puedan sobrevivir. ¿Cómo funciona exactamente?, no lo sabremos hasta que se complete la divinidad. Pero tenemos un pequeño indicio de lo que podemos esperar ― Chax me explicó.

¡Santo cielo!

Eso no era lo que estaba esperando. Miré a mí alrededor a todo el mundo, y mis ojos se posaron en los ángeles. Esa sensación seguía allí, algo seguía estando mal. Amon se movió con el rostro pálido.

― Por Dios todopoderoso. Ha comenzado ― dijo mirando a todos nosotros.

Mi cabeza se giró hacia los arcángeles, que no estaban en absoluto sorprendidos.

― De hecho hermano, la pieza de ajedrez se movió sobre el tablero. La batalla comenzará ahora ― dijo Miguel, mirando a Amon.

― ¿Qué?, pero pensé que ocurriría mañana ― estaba sorprendida y definitivamente no estaba lista.

― Las ciudades de todo el mundo están siendo atacadas en este mismo momento. Parece que los príncipes demonio querían empezar ― comentó Rafael.

― ¿Quiere decir que la pared ya está abierta? ― pregunté, dando un paso más cerca de ellos.

― No. Esto significa que la primera reliquia de sangre ha sido activada. Pero por alguna razón, los demonios que ya estaban en la tierra, han comenzado a atacar ― explicó Ariel.

Oh mierda.

― ¿Por qué todos se convirtieron en revelados? ― preguntó Chax, sus ojos buscaban entre los ángeles.

La cara de Miguel se redujo un poco.

― Sintieron su despertar. Su poder ha alcanzado un nivel peligroso ― explicó Miguel.

La cara de Chax era tan seria, que empecé a entrar en pánico poco a poco.

― ¿De quién están hablando? ― pregunté con preocupación.

Todos los ojos se posaron en mí ― El diablo se despertó Kasadya. Para tomar parte en la batalla ― Miguel terminó. Como mi respiración, todo se detuvo.

Chax me tomó la mano enviando un poco de valor a través de mí. Lo absorbí y me preparé para una de las batallas más infernalmente desagradables.

Miré de nuevo a todos los ángeles que estaban detrás de todos los Caídos.

― ¿Van a ayudarnos? ― pregunté, mis ojos volviendo a Miguel.

― Cuando lo sentimos despertar, sabíamos que era el momento, y comenzamos a descender. Vamos a luchar al lado de nuestros hermanos y hermanas ― declaró Miguel y con eso, todos los ángeles hicieron un ruido extraño de gran alcance.

Alguna forma de credo supuse.

― ¿Cuántas ciudades? ― preguntó Chax.

Lo encontré mirando a Amon.

― Quince cuando me fui ― respondió Amon.

Mi mandíbula casi llegó al suelo. Estábamos en graves problemas, la pared ni siquiera había sido violada y ya teníamos un maldito gran problema.

― Maia, Claire, lleven a los más pequeños a la Hellhouse. Ellos se quedarán a su cuidado ― Chax les dio instrucciones.

Con una gran cantidad de esfuerzo Raven estuvo de acuerdo y fue con ellos.

Vi a las mujeres teletransportarse con rostros preocupados, pero también vi en sus ojos que los jóvenes estarían protegidos hasta el final. No dejarían que el enemigo se acerque a ellos. Hoy o cuando sea el momento, me aseguraría de que todos sobrevivieran a esto.

― No vamos a ser capaces de usar el elemento adicional que hemos preparado. Con los seres humanos entre nosotros, podríamos herirlos ― dijo Chax, frotándose la barbilla.

Oh doble mierda, ahí van nuestras bombas.

― Me temo que tendremos que luchar mano a mano para evitar herir a los seres humanos ― estuvo de acuerdo Vulcan.

Chax levantó la cabeza y nos miró. Todos los Caídos estaban ahí escuchando, esperando.

― Preparense para la guerra ― dijo Chax y con eso, todo el mundo se teletransportó.

― Vamos Kas. Hay que vestirse. Miguel, comiencen luchando ustedes, vamos a unirnos en breve ― continuó Chax.

Miguel asintió y todos los ángeles desaparecieron. Chax hizo una señal a todos los demás que seguían ahí, y se teletransportó llevándome con él. Terminamos en mi habitación.

― Se rápida. No tenemos mucho tiempo ― me animó Chax.

Estaba a punto de teletransportarse cuando le agarré la mano.

― Lo siento mucho por todo el asunto de los hellhound. No sabía lo que estaba pasando ― Todavía no entendía lo que me había motivado a hacer todo lo que hice.

― Kasadya, has evitado que hiciera algo espantoso hoy y por eso siempre tendrás mi gratitud. Ahora, tenemos una llamada de guerra. Prepárate, mi hellhound ― Él sonrió y se teletransportó.

Entrando en acción, agarré mi traje de cuero. A los cinco minutos estaba vestida y lista.

― Todo el mundo reportese en el complejo de Amón ― llamó la voz de Chax, utilizando corra. Cerré los ojos y tomé una respiración profunda.

Esto era todo, mi pesadilla estaba a punto de mirarme directamente a los ojos y decir hola.

Que así sea.

Me teletransporté y aterricé en el área de entrenamiento que habíamos utilizado para la planificación.

Fin del Capítulo 15