imagenes
Publicado por: engel.must
domingo, 7 de enero de 2018
Kasadya Hellhound Born
Hola!! Les traigo la segunda parte del 12° capítulo del Libro de Kasadya Hellhound Born, de Karen Swart.
Van a amar este capítilo.
_______________________________________________________________________________________________
Capítulo 12 (Parte 2)
―Vamos,
aún hay algunas cosas que ver. ― Agarró mi mano y me levantó de un tirón.
Nos
aventuramos a través del bosque el día entero. Me mostró diferentes tipos de plantas y
me informó para lo que podían usarse. Aprendí sobre ranas y también sobre otros
animales. Casi todas las plantas en el bosque eran venenosas.
―Sabes
mucho. ¿Pasas mucho tiempo aquí? ― pregunté, después de haber señalado otra
planta prohibida.
―Durante
todo mi tiempo en la tierra, me he aventurado mucho por aquí. Lo encuentro
silencioso e interesante a la vez ― contestó Chax mientras me ayudaba a subir
un tronco de árbol.
Por un
momento, estuve triste. Nunca iba a
volver a hacer esto.
Aún había
mucho que ver en este mundo, y nunca tendría la oportunidad. Todas las
maravillas que me perdería cuando la batalla llegara. Debió de haber sentido el
repentino cambio en mis emociones, porque se detuvo y coqué contra él. Me
agarró para evitar que golpeara el suelo.
―Kasadya,
¿qué sucede? ― preguntó, su rostro era una máscara de preocupación.
―Solo
estaba pensando que no tenemos suficientes días como estos ― le mentí.
Me
frunció el ceño.
―Las
cosas mejorarán, solo espera ― dijo, como si intentara alegrarme.
Asentí y
conseguí sonreírle. Hicimos nuestro camino a una gigantesca catarata y
descendimos hasta la base. Agua blanca murmuraba en el fondo y nos sentamos
bajo un árbol.
―Consigamos
algo de comer ― sugirió Chax.
No me quejé.
Estaba famélica. Todas las escaladas y senderismos se habían llevado mi energía.
Sacó un contenedor y lo abrió, ofreciéndomelo para que tomara lo que quería.
Agarré una magdalena, rellena de pollo y queso. La mordí, miré alrededor
mientras masticaba. Podía ver por qué amaba estar aquí. Era muy hermoso y no
había ni un alma a la vista. Los pájaros cantaban a nuestro alrededor y en
alguna parte a mi izquierda podíamos oír a los monos jugando. Mis ojos vagaron
de regreso a Chax y recordé la batalla y cómo mi hellhound había reaccionado
cuando él murió. Nuestro lazo se estaba fortaleciendo, pero ¿cuán fuerte sería
cuando la batalla final se desarrollara? La agonía que vi en los ojos de la Kas
de la visión fue muy intensa.
― ¿Pasa
algo malo Kasadya? ― preguntó Chax.
Levanté
la mirada hacia él e intenté forzar una sonrisa.
―Nop ― Le
mentí de nuevo.
―¿Sabes
que soy consciente de cada emoción que sientes? ― Sus ojos se fijaron en los
míos, congelándome en mi lugar.
¡Mierda! Maldito vínculo.
―Si ―fue
todo lo que pude responder.
Dejé caer
la mirada y puse toda mi atención en terminar mi almuerzo. Chax se mantuvo en
silencio durante nuestro descanso, pero lo podía sentir hurgando a través de
mí. Al principio fue alarmante el sentir sus emociones emparejando las mías.
Pero ahora, estaba muy acostumbrada a ello.
―Ven, aún
tengo una cueva que mostrarte ― dijo, interrumpiendo mis pensamientos.
Reunimos
nuestras cosas y empezamos la caminata. Para el momento que alcanzamos su
cueva, me sentía muy cansada.
―Ven ― me
hizo gestos para que entrara a la cueva.
Mis ojos
se ajustaron a la oscuridad, la visión cristalina de mi hellhound se aclaró en
la repentina oscuridad. La cueva era enorme.
Después de escalar unos cuántos
peñascos, alcanzamos una repentina caída.
―Creo que
te gustará esto ― dijo Chax mientras me hacía gestos cuesta abajo.
Me
acerqué, asegurándome de poner mis pies justo en el lugar correcto. No pensé
que el sumergirme en cuevas estuviera en mi lista de cosas por hacer. Al
asomarme, mi mandíbula cayó abierta.
¡Oh Dios mío! ¡Mira eso!
Al final
había una enorme piscina. Pero lo que fue más impresionante era que tenía agua
clara y había luces brillando en ella.
― ¿Ves
los objetos en las paredes? Son cristales. En alguna parte, un pequeño rayo de
sol entra y lo golpea, luego lo refleja en el agua. Así es como las luces
brillan fuera del agua.
Esto era
jodidamente asombroso.
―Guau, es
hermoso ― repliqué.
Estuvo en
silencio por un rato, dándole tiempo a mis ojos de admirar el paisaje. Podía
ver follaje en el fondo, y algunos pescados pequeños. Al volver a mirarlo, lo
encontré observándome fijamente.
Sonrojada, me giré rápidamente y empecé a
moverme de regreso a la entrada.
― ¿Quieres
regresar a casa? ― preguntó desde detrás de mí.
La verdad es que no, no quiero.
Quería
quedarme aquí afuera y admirar este hermoso lugar tanto tiempo como fuera
posible. Replanteando la situación, puede ser que nunca lo vuelva a ver.
―Tengo
algo más que mostrarte ―continuó Chax cuando no contesté.
Hice una
pausa y me giré para mirarlo. Se había detenido y examinaba mi rostro.
―Sí, eso
sería genial. Tomarse un descanso de vez en cuando es agradable ― Asintió y me
ofreció la mano. Esta vez, estaba emocionada por tomarla.
Aterrizamos
en una playa donde las olas chocaban contra la arena. El sol estaba empezando a
ponerse. Púrpura y naranja se extendían en el horizonte, como una despedida
final del día.
―Por aquí
― dijo.
Chax me
hizo señas hacia alguna clase de litera que estaba hecha en la playa. Me senté
en ella y miré fijamente el atardecer. Contenta, inhalé profundamente.
―Espera
aquí. Volveré en un segundo ― Chax se teletransportó, dejándome sola.
Observé
como el sol se iba y la primera estrella aparecía en el cielo. Había luna nueva
esta noche. El aire se movió y Chax apareció sosteniendo bebidas en una mano y
un plato de comida en la otra. Las bebidas tenían pequeñas sombrillas en ellas
y tuve que sonreírle.
―De Hawai
― explicó, haciéndome gestos para que tomara una.
La tomé
cuando se acercó y se sentó, puso el plato entre nosotros.
―Estos
son unos de los mejores langostinos en el mundo. Langostinos tigres de
Mozambique ― explicó, sus dedos apuntaron a las pequeñas criaturas, ahora
cocinadas, en el plato.
― ¡Guau!
Definitivamente has viajado ― Me reí y agarré uno.
Después
de unos cuántos minutos, fue claro que nunca había comido langostinos antes.
Riéndose, Chax se acercó y peló la maldita cosa para mí. ¿Por qué rayos podía
matar demonios pero no abrir un estúpido langostino? No lo sabía.
―Toma
algo de práctica ― dijo conteniendo apenas su diversión.
―Aquí ― Sostuvo
el langostino en su mano, lo puso frente a mi boca para que tomara un bocado.
Tragué el
enorme nudo que apareció de pronto en mi garganta viniendo de ninguna parte. Me
incliné hacia su mano, mordí gentilmente la ofrenda con mis dientes. Me
enderecé y lo miré. Él estaba sonriendo un montón hoy. Mastiqué el langostino y
tuve que admitirlo, de verdad me gustaba.
― ¿Otro?
De nuevo
tomé la pieza de su mano y mastiqué. Levantó la vista a las estrellas.
―Se
mostrarán en cualquier momento ― dijo, sus ojos viajaron sobre el agua.
Levanté la mirada, esperando que algo apareciera. Luego, en la
distancia, pude ver los colores danzando en el cielo. Sostuve la respiración
cuando los vi acercarse. Las luces de la aurora. Ellas bailaban en el cielo,
hipnotizando mis ojos.
―Ellas están
a punto de emerger ―dijo Chax a mi lado.
¿Ellas?
De
pronto, la calmada agua del océano volvió a la vida ante mí. Ballenas
emergieron a la superficie, soltando chorros de agua en el aire. Pero ese no
fue el único momento increíble. A medida que emergían, se empezaban a cantar la
una a la otra.
―Se llama
bobbing[1].
Para ellas es una forma de bailar, pero al mismo tiempo pueden ver lo que
sucede arriba del agua. Ahí atrás, los delfines vienen a unírseles ― Chax
señaló a lo lejos, al fondo, donde pude ver delfines brincando a lo largo de la
superficie para llegar aquí.
Me costó
mantener el trasero en el suelo. Quería ponerme de pie de un salto y correr
hacia el borde del océano para verlos con más claridad.
Lo sentí
tocar mi mano y lo miré.
― ¿Alguna
vez has bailado con el océano? ―dijo con una sonrisa.
Negué con
la cabeza.
Esta es la primera vez que he visto ballenas.
¿Cuándo rayos habría bailado con el océano?
Se puso
de pie y me jaló hacia él. Me abrazó, una mano en mi espalda mientras con la
otra tomaba mi mano. Luego empezamos a bailar, las ballenas y delfines eran
nuestra música de fondo, las luces de la aurora eran nuestra iluminación.
Estaba tan impactada que simplemente me quedé mirándolo.
¿De dónde rayos salió esta faceta de él?
¿Dónde ha estado todo este tiempo?
Se detuvo y su mano subió para ahuecar mi nuca. Nos miramos intensamente el uno al otro, mi corazón latía contra mis costillas. Se inclinó, gentilmente colocó sus labios sobre los míos y me besó suavemente.
Todo mi cuerpo se volvió débil y se presionó contra el suyo.
Fin del Capítulo 12
Hermoso!, 😍😍😍😍😍 espero con ansias locas el sig. cap, muchas gracias 🙏💕😘💕😘💕
ResponderBorrarMe encanto este capitulo, tanto tiempo esperando otro beso y pobre Kas que piensa que va a morir y dejar solo a su Chax.
ResponderBorrarSigue traduciendo por favor y gracias por tomarte el tiempo.
Te amo chax. Me encanta. Todo parece perfecto entre ellos. Jejeje. Muchísimas gracias por tu excelente trabajo.
ResponderBorrarMe encanta!! Gracias!
ResponderBorrarEsto se pone interesanteeeee
ResponderBorrar