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Publicado por: engel.must
sábado, 23 de diciembre de 2017
Kasadya Hellhound Born
Hola!! Les traigo la segunda parte del 11° capítulo del Libro de Kasadya Hellhound Born, de Karen Swart.
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Capítulo 11 (Parte 2)
Me
transporté a mi habitación y me dirigí directamente a la ducha. Casi a punto de
terminar, oí la puerta abrirse y a alguien llamando mi nombre.
―Voy,
estoy terminando ―dije en voz alta. De verdad esperaba que no fuera un chico.
Al salir,
me aseguraría.
― ¿Quién
está esperando para verme desnuda? ― le pregunté a quien fuera que me estaba
esperando.
Agarré la
toalla y la envolví alrededor de mi cuerpo.
― ¡Oh,
demonios no! No quiero verte el trasero ―se quejó Nanini en el otro lado.
Sonreí y
abrí la puerta. Nanini, Lada, Abby y Raven me estaban esperando.
―Hola
pequeña ― saludé a Raven, le revolví el cabello cuando pasé a su lado.
Después
de eso vinieron unas cuántas maldiciones.
― ¿Por
qué estás tan jodidamente feliz? ¿Te golpeaste la cabeza o algo así? ―preguntó
Lada cuando alcancé mi ropero.
Le lancé
una sonrisa y luego dije ― Sip, creo que unos cuantos millones de veces desde
que empecé a servir.
― ¿Te
perdiste la parte donde caídos te secuestraron y trataron de matarte? ―preguntó
Raven.
―Nop, no
podría perderme ese tipo de detalles ni aunque quisiera. ¿Pero sabes qué? ― le
pregunté con una sonrisa. Confundida, negó ―Ya no serán un problema. ―Terminé y
me puse algo de ropa interior.
―Lo lamento
por Seth ―soltó Nanini y me detuve para mirarla.
Solo
entonces noté sus ojos rojos e hinchados.
―Nanini,
ni siquiera yo vi venir eso. ¿Cómo podrías haberlo sabido? ―Asintió, pero
seguía luciendo miserable.
Estiré la
mano por mis pantalones y recordé que mi corsé estaba arruinado.
―Ah
mierda ―farfullé para mí misma.
― ¿Qué
sucede? ―preguntó Lada mirándome.
―Mi top
está arruinado, necesito uno nuevo ― me quejé, tratando de pensar en una
solución.
― ¿Por
qué no te pruebas ese par? ― dijo Abby, su dedo apuntó a una pila de cuero en
una mesa.
¡Bueno
hola! ¿Qué tenemos aquí?
Me
acerqué y agarré la primera pieza, la desdoblé para echarle un vistazo.
―Guau
―dijo Raven y sonreí.
Mi nuevo
par de cueros lucían como los otros que tenía, y no pude evitar el pensar en
Chax. Me consiguió estas ropas, ¿verdad? Con una sonrisa, me vestí y las chicas
charlaron sobre lo que sucedió antes y durante mi etapa de inconsciencia. De
acuerdo con Abby, Chax se volvió loco y casi destruye la casa buscándome.
Bajamos
las escaleras y encontramos al resto esperando afuera.
― ¿Están
listas para algo de diversión chicas? ―les pregunté.
Raven
estaba enojada. Al parecer, ella aún no podía ir a estas expediciones, y aunque
odié admitirlo, estuve totalmente de acuerdo.
― Kasadya
―dijo Chax detrás de mí, deteniéndome antes de que saliera. Me giré hacia él.
― ¿Si?
― ¿Estás
segura de que estás lista para esto? Tal vez algo de descanso sería bueno ― Me
contempló mientras sus ojos viajaron sobre mi cuerpo observándome completamente
vestida para la batalla.
―Chax, el
mal nunca descansa. Estoy bien. No te preocupes. ―Me giré y salí antes de que
pudiera detenerme. Los caídos empezaron a teletransportarse, muchos se acercaron a
saludarme y darme su apoyo por la traición de cierto caído. Vi a Nina de pie a
unos metros de distancia y me le acerqué.
―Hola ―la
saludé, esperaba que fuera la de siempre y tratara de empezar una pelea
conmigo.
En su
lugar, me sonrió y dijo:
―Hola
Kas. Me alegra verte en pie y lista para la siguiente sesión.
Mi boca
cayó abierta, pero rápidamente la cerré antes de que se diera cuenta.
― ¿Estamos
como… mmm bien ahora? ― pregunté, la necesidad de saber me presionaba hacia
adelante.
Sonrió y
asintió.
―Después
de todo eso, podríamos decir que somos amigas.
De
acuerdo, entonces eso es mejor, creo.
― ¡Caídos!
― gritó Miguel y todo el mundo se giró a mirarlo ― ¡Vamos a la batalla!
Con ese
grito de batalla, todos nos teletransportamos y me moví a mi lugar.
Una mano
me agarró y me giró. Ojos verdes, tanto furiosos como preocupados, atraparon
los míos.
―Enfócate,
y esta vez, intenta que no te maten ―ordenó Chax.
Sonreí y
repliqué descaradamente ― Sí, señor ― Me burlé de él con un saludo militar.
Esto no
le agradó en lo absoluto, pero tomó su lugar. Agarré mi espada y me alisté.
Luxuria
apareció e inmediatamente después se teletransportó fuera del lugar, dejando a un enojado y
vomitivo príncipe demonio en su camino. Con las espadas resplandecientes,
atacó, pero fui capaz de bloquear su intento y lo contrarresté con mis propias
armas.
Continuamos por un rato, hasta que ambos nos cansamos de asestar golpes
y bloquear. El suelo cedió bajo mis pies, pero con una sonrisa, me levanté con
mis alas. Y esta vez saqué un nuevo movimiento propio. Me aparté y dejé que mi
hellhound tomara el control. Con un enorme estallido, el príncipe salió volando
de regreso a la red. Se enderezó, sacudió la cabeza y me buscó. Pero yo ya
estaba a sus espaldas, mis espadas dirigidas a su cuello. Golpeé el objetivo,
pero mis espadas rebotaron. Salí dando vueltas por mi propia fuerza. Atónita,
me giré a mirarlo.
El
demonio se puso en pie y me sonrió. Luego, usando el dedo, me mostró su cuello.
Estaba protegido por un collar de placa metálica. Se parecía a las chicas en
África con argollas doradas que estiraban sus cuellos, usualmente por belleza.
De
acuerdo, nuevo plan. ¿Cómo matar al príncipe?
Saltó
hacia adelante y una fuerza invisible se estrelló contra mí. Retrocedí dos
pasos y mantuve mi posición. ¿Hellhound? Solo hubo silencio. Me quedó
claro que esto dependería de mí. Fui empujada hacia atrás de nuevo y golpeé la
pared de la red.
Me levanté y estiré las alas, mis ojos atraparon la imagen de
un demonio gritando en el otro lado de la red. Sostuvo su brazo herido contra
el pecho, la parte inferior desaparecida. Mis ojos volvieron de golpe al
príncipe demonio, quién se me acercaba rápidamente. Busqué mis espadas, las
divisé justo detrás del príncipe. Salí corriendo hacia adelante y me estrellé
con él con todo lo que tenía. El filo de sus espadas fallaron por centímetros.
Me alejé
de un salto y golpeé el suelo rodando, recogí mis espadas antes de levantarme.
El príncipe ya estaba de pie y dirigiéndose hacia mí. Primero, tenía que
encargarme de las espadas y luego trabajaría en ese maldito collar suyo.
Nuestras
espadas se encontraron, el sonido de metal contra metal resonó a través del
aire. Rápidamente me agaché, cuando una de sus espadas casi me decapita. Y contraataqué
rápidamente, con un rápido golpe le rebané la mano izquierda justo arriba de la
muñeca. Rugió con furia, mientras soltaba la espada de la otra mano para
agarrar su ahora sangrante apéndice.
― ¡Pagarás
por esto! ―bramó.
Se podría
decir que había captado su completa atención. Levanté las alas y las envolví a mí
alrededor.
Otra
fuerza me golpeó, pero esta vez no salí volando hacia atrás. Abrí las alas un
poco para poder verlo, le envié mi propio pequeño mensaje, con mis golpes de
fuerza-G lo mandé volando contra la red.
¡Cierto,
ese maldito collar!
Rápidamente
aparté las alas poniéndolas detrás de mí, mientras dejaba caer ambas espadas y
avanzaba hacia él.
Atónito,
no tuvo tiempo para reaccionar cuando envolví ambas manos alrededor del collar.
― ¡Ahora
mírame usar tu lindo collar para arrancarte la cabeza! ― rugí, mirándole con
desprecio.
Luego
presioné ambos pies en su pecho, jalé con toda la fuerza que tenía. Gritó y
chilló, me agarró con una mano, la otra no era más que un muñón inútil.
¡Necesito más poder!
Abrí mis alas y empecé a aletear hacia atrás.
Lentamente,
después de lo que pareció como una maldita eternidad, sentí el primer tirón de
su carne.
Necesito desgarrarlo.
Me incliné un poco hacia adelante, aflojé un poco, luego empujé y usé mis alas. Las bandas del collar se desgarraron en su carne, pero aún no lo quité. Pateó y gritó, escupiendo en mi rostro durante todo el proceso. Repetí el movimiento una vez más y finalmente sentí que las bandas se rasgaron. La tercera vez fue la decisiva.
Sus gritos se interrumpieron, y a medida que abría mis ojos, se despegaba su cabeza.
―Idiota,
nunca uses metal para intentar protegerte el cuello. ―Gruñí y tiré la cabeza.
Me giré y
le eché un vistazo a la batalla a mí alrededor. Los otros habían formado un
círculo alrededor de Chax, tratando de protegerlo de los demonios que
intentaban llegar a él. Y él lucía un poco molesto sobre eso. Apartó a Max e
intentó llegar a un demonio, pero Max simplemente lo metió de regreso al
círculo de un empujón. Mi risa fue interrumpida cuando el primer rayo de
divinidad me golpeó.
¡No podía
creerlo! Era aún más poderoso que el último. Caí al suelo, polvo voló frente a
mí cuando intenté respirar.
Esta parte realmente está
empezando a apestar a lo grande.
Otro rayo
me rasgó y rugí de dolor. Lo sentí moverse a través de mí, y por un momento,
entré en pánico. Esta vez se enfocó en mis alas. Lo podía sentir recorriendo
mis huesos, hasta las puntas de las alas. Luego, finalmente, un enorme rayo me
golpeó. Intenté gritar, pero gracias a Dios, la oscuridad me reclamó justo
cuando abría la boca.
Fin del Capítulo 11
Gracias! Me encanta Kas!
ResponderBorrarGracias por la continuacion y feliz navidad.
ResponderBorrarEspero pronto el proximo cap.
Gracias por seguir traduciendo, amamos lo que haces.
Gracias , gracias estoy ansiosa por ver cómo sigue
ResponderBorrarMe encanto!!!.....Gracias por la traducción......estoy ansiosa por leer la continuacion...Muy agradecida
ResponderBorrarGracias, graciasssss me encanta. Sigue asiii. 👍👍👍👍👍
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